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Trastornos de la conducta alimentaria

Los trastornos de la conducta alimentaria son problemas que afectan los comportamientos alimentarios de un individuo, así como sus actitudes con respecto al tema de la comida y su aspecto físico. Llegan a afectar la salud mental de las personas y puede ocasionar daños en su salud física y mental.


“Los trastornos alimentarios son afecciones graves de salud mental. Implican problemas serios sobre cómo se piensa sobre la comida y la conducta alimentaria. Se puede comer mucho menos o mucho más de lo necesario, son afecciones médicas. No son un estilo de vida. Afectan la capacidad del cuerpo para obtener una nutrición adecuada. Esto puede provocar problemas de salud como enfermedades cardíacas y renales, o incluso la muerte. Sin embargo, hay tratamientos que pueden ayudar.” (Medline Plus, 2021).


Anorexia, bulimia y trastorno evasivo/restrictivo de la alimentación son los tres diagnósticos principales los cuales están caracterizados por:

Anorexia: “Restricción en la ingesta de calorías con relación a los requerimientos basales, lo que lleva a una pérdida significativa de peso. Además, los pacientes tienen alteración en la imagen corporal, con miedo excesivo de ganar peso.” (Del valle, N., Esquer, J., 2019)


Bulimia: “Trastorno purgativo que consiste en comer una cantidad grande de comida en un periodo corto, con una sensación de pérdida de control que lleva a un comportamiento purgativo o compensatorio (como vómito, uso de laxantes, diuréticos, insulina, ejercicio); esta conducta se observa al menos una vez a la semana, durante tres meses o más”. (Del valle, N., Esquer, J., 2019)


Trastorno evasivo/restrictivo de alimentación (ARFID): “Es el concepto más nuevo. Describe pacientes que tienen una pérdida significativa de peso o deficiencia nutricional, con dependencia de algún suplemento dietético. Los pacientes tienen interferencia psicosocial debido a la restricción calórica, pero no existe afección de la percepción corporal o ganancia de peso”. (Del valle, N., Esquer, J., 2019)


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ubicado a los TCA entre las enfermedades mentales de prioridad para los niños y adolescentes dado el riesgo para la salud que implican. El diagnóstico más frecuente entre adolescentes es el Trastornos Alimentario No Especificado (TANE), seguido por el de Anorexia Nervosa y, finalmente, el de Bulimia Nervosa.


“Estos trastornos abarcan factores psicológicos, físicos, y elementos del medio ambiente en su etiología, desarrollo y mantenimiento y comparten síntomas cardinales tales como la insatisfacción con la imagen corporal o una influencia anormal de ésta en la valoración personal, preocupación persistente e interferente por la comida, peso y/o forma corporal y el uso de medidas no saludables para controlar o reducir el peso, las que derivan en un deterioro significativo del bienestar psicosocial y físico de quienes los sufren. Muchas veces su curso es crónico, lo que conlleva consecuencias que pueden abarcar desde la morbilidad médica y psiquiátrica hasta la muerte, debido a complicaciones médicas y suicidio (3-5). Su pronóstico mejora notablemente cuando el diagnóstico es realizado dentro de los tres primeros años de la enfermedad, por lo que el diagnóstico precoz es fundamental para mejorar su pronóstico y prevenir la cronicidad.” (López, C., Treasure, J., 2011).


Las causas de los trastornos de la conducta alimentaria, pueden ser varias cosas, como el ambiente en el que se desencadenan, el estrés, pueden ser los principales que lleguen a ocasionar estos trastornos. De igual forma hay algunos factores que aumentan la probabilidad de que una persona padezca uno de estos trastornos, como por ejemplo:


La imagen corporal que puede llegar a ser vista por la propia persona como distorsionada o negativa, centrarse excesivamente en su aspecto físico o en su peso, llegar a tener una gran exigencia desde edades tempranas sobre tener dietas sumamente estrictas, autoexigirse mucho en el ejercicio para bajar de peso, llegar a tener problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, o Trastorno Obsesivo Compulsivo.


Los tratamientos para los trastornos alimentarios, pueden ser con una psicoterapia individual, grupal o familiar; con enfoques cognitivos que ayuden a cambiar las conductas y los pensamientos que tenga la persona de su imagen negativa o distorsionada. La atención médica y el monitoreo, tener un asesoramiento nutricional, para que pueda comer de forma saludable y mantener un peso equilibrado, medicamentos para prevenir y combatir otros trastornos que se desenlazan, como antidepresivos, antipsicóticos, entre otros.

Recursos visuales de apoyo:


BrainPOP Español. (2012). Desórdenes Alimenticios. [Vídeo] You Tube https://www.youtube.com/watch?v=eE6NS5IDFt4


Referencias:


Nemours. (2022). Trastornos de la conducta alimentaria. Recuperado de: https://kidshealth.org/es/teens/eat-disorder.html#:~:text=Los%20trastornos%20de%20la%20conducta%20alimentaria%20son%20problemas%20que%20afectan,graves%20a%20la%20salud%20f%C3%ADsica.


Medline Plus. (2021). Trastornos de la alimentación. Recuperado de: https://medlineplus.gov/spanish/eatingdisorders.html

Del valle, N., Esquer, J. (2019). Trastornos de la conducta alimentaria. Rev. mex. pediatr. vol.86 no.2 Recuperado de: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0035-00522019000200080

López, C., Treasure, J. (2011). Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes: descripción y manejo. [REV. MED. CLIN. CONDES - 2011; 22(1) 85 - 97] Recuperado de: https://www.clinicalascondes.cl/Dev_CLC/media/Imagenes/PDF%20revista%20m%C3%A9dica/2011/1%20enero/10_PS_Lopez-12.pdf


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